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La guerra de Putin sacudirá al mundo

Gideon Rachman

Por: Gideon Rachman | Publicado: Viernes 25 de febrero de 2022 a las 04:00 hrs.
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La guerra falsa ha terminado. La verdadera guerra ha comenzado. Durante varias semanas, los gobiernos estadounidense y británico han creído que Vladimir Putin tenía la intención de invadir Ucrania a gran escala. Eso está ocurriendo ahora.

Los objetivos precisos de los militares rusos todavía están surgiendo. Pero ya está claro que no se trata de un ataque limitado, confinado a las regiones en disputa del este de Ucrania. Se han escuchado explosiones en la capital ucraniana, Kiev. Y hay informes de que las tropas rusas están cruzando la frontera desde Bielorrusia, que es la ruta más corta y directa hacia Kiev.

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Los servicios de seguridad occidentales, que han predicho con precisión el curso de los acontecimientos hasta ahora, creen que Putin pretende derrocar al gobierno ucraniano e instalar un régimen títere en su lugar. Esta estrategia de “decapitación” abarcará no sólo al gobierno central, sino también a los gobiernos regionales y locales. Se han elaborado listas de funcionarios ucranianos que serán detenidos o asesinados.

Es probable que las tácticas militares que utilicen Rusia sean extremadamente brutales: “el tipo de cosas que vimos en Siria y Chechenia”, según un funcionario estadounidense. El uso de la artillería rusa y de su fuerza aérea supondría grandes bajas militares y civiles en el lado ucraniano. Algunas fuentes occidentales han hablado de 50.000 muertos en una semana.

El ejército ucraniano está decidido a contraatacar. Pero es probable que se encuentren muy superados. El objetivo ruso puede ser rodear Kiev y forzar el colapso o la dimision del gobierno ucraniano, dirigido por Volodymyr Zelensky.

Los rusos no se involucrarán en una guerra urbana, si pueden evitarlo. También están decididos a mantener a Occidente al margen de este conflicto. En su discurso, anunciando la invasión, Putin advirtió a los extranjeros tentados de peligro que habría “consecuencias que nunca habían encontrado en vuestra historia”, una referencia apenas velada a la guerra nuclear.

Por ahora, la reacción occidental se limitará a las sanciones económicas. Temiendo que este momento se acercara rápidamente, los diplomáticos estadounidenses y europeos han estado trabajando en un paquete de sanciones coordinado durante algunas semanas. Este paquete se pondrá en marcha en los próximos días.

Rusia recibirá ahora sanciones financieras, individuales y tecnológicas. Los bancos rusos permanecerán sin financiamiento. Los poderosos individuos rusos no podrán viajar a Occidente y verán congelados sus activos en bancos occidentales. Rusia se verá privada de tecnología avanzada, como semiconductores y piezas de aviones.

Es probable que los efectos en la economía rusa sean profundos. Pero es poco probable que eso desvíe a Putin del rumbo que ha elegido. El propio líder ruso no va a pasar hambre. En cambio, es probable que utilice la guerra que ha desatado como excusa para eliminar los últimos vestigios de libertad política en Rusia. El país se inclinará ahora hacia una dictadura a gran escala, lo que facilitará la erradicación de cualquier disidencia de los rusos consternados por el rumbo que ha elegido Putin.

Una ruptura económica entre Rusia y Occidente también tendrá graves consecuencias económicas para Europa y Estados Unidos. Incluso antes de que estallara este conflicto, los precios de la energía se estaban disparando. Si Rusia corta el suministro de gas a Europa, los consumidores y la industria sufrirán mucho. Los efectos directos se dejarán sentir con más fuerza en los países que más dependen del gas ruso, en particular Alemania e Italia. Pero todo el mundo occidental podría caer en la recesión y la inflación. Y los líderes políticos occidentales son mucho más vulnerables a la opinión pública que Putin.

Aunque la OTAN ha dejado claro que pretende mantenerse al margen de la guerra en Ucrania, existe el riesgo de que el conflicto se expanda. Un escenario que preocupa a los líderes occidentales es que la fuerza aérea rusa pueda perseguir a los ucranianos hasta el espacio aéreo polaco. Eso podría llevar a enfrentamientos directos entre los rusos y Polonia, miembro de la OTAN. Los ataques aéreos rusos también podrían matar a estadounidenses o europeos que aún residen en Ucrania, aumentando la presión sobre sus gobiernos para que respondan.

Los gobiernos occidentales también están debatiendo activamente cómo ayudar a una insurgencia ucraniana -si es que surge- a luchar contra una ocupación rusa. Los cambios de este plan de acción creen que será tanto un deber moral como un imperativo estratégico permitir a los ucranianos continuar la lucha. A otros les preocupa que el apoyo a una insurgencia pueda convertir a Ucrania en una nueva Siria en las fronteras de Europa.

Estos debates adquirirán una urgencia creciente en las próximas semanas. Pero, por ahora, Putin tiene la iniciativa.

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